La excavación arqueológica
en los entornos de la ermita de San Martín en Sobrón se planteó con varios
objetivos. En primer lugar se trataba de verificar la existencia de restos
arqueológicos que correspondieran al poblado altomedieval y su potencialidad;
en este sentido, también se planteaba la necesidad de definir el grado de
afección que sufrió este entorno debido a los trabajos relacionados con la
construcción de la presa de Sobrón. En segundo lugar, se pretendía delimitar la
cronología de la actual ermita de San Martín y si existían fases previas de
este edificio relacionado con el poblamiento altomedieval. Finalmente, se
pretendía verificar la existencia de muros detectados por prospección geofísica
(ver entradas anteriores).
Como resultado de estas
excavaciones, se ha podido delimitar la extensión de la necrópolis asociada a
la ermita, localizada por toda la plataforma, tanto al norte como al sur. El
límite norte, de hecho, se ha visto afectado por la construcción de la nueva carretera,
por lo que no hemos podido detectarlo. No se han identificado enterramientos en
ningún otro de los sectores excavados. Se identificaron un total de 27 tumbas
de las que se excavaron 13, con un total de 29 individuos analizados (15
menores de 18 años y 11 adultos). El material encontrado en esta zona abarca
desde cerámica de época tardoantigua a cerámica moderna asociada a las
reconstrucciones de la ermita y su uso actual, siempre en depósitos
secundarios.
Excavación a los pies de la ermita de San Martín
Por otro lado, en la colina
occidental, la intervención arqueológica ha podido documentar la presencia de
un yacimiento de época prehistórica, con restos cerámicos y algún fragmento de
fauna, aunque la escasa extensión analizada no permite definir ante qué tipo de
ocupación nos encontramos. Se localizó ya en esta zona material durante la
prospección llevada a cabo durante el año 2011.
Los restos localizados en el
área de los barracones provienen de una serie de sondeos de pequeña extensión,
pero la entidad de dos de ellos, que alcanzan los dos metros de potencia, con
abundante material de los siglos centrales de la Edad Media nos permite pensar que nos encontramos ante un espacio si no
doméstico (no hemos documentado ninguna estructura), sí de ocupación.
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